
24 Nov Agosto y Septiembre
Anoche costó dormir, lo hicimos con la furgoneta abierta con todos los miedos abiertos que tengo a que nos infrinjan dolor. Cuatro gotas pero cuarenta relámpagos y truenos como aviones a un metro de distancia. A nuestra derecha un gato siamés de ¿un? cm3 y a la izquierda un Buldog negro que se acerca continuamente y nos ladra, y los dueños le llaman la atención pero sólo para fingir que hacen algo. Es igual, no molesta.
[…] Hemos madrugado bastante, ha sido una noche muy fría a pesar de las varias capas, las toallas (Secas), los calcetines y la cucharita. Un frío de temblar. Nos hemos despertado en el mismo sitio donde nos acostamos. Estaban allí los caballos y el perro peludo vino a saludar para luego reguardarse en el granero.
Hemos ido a desayunar a un sitio con una camarera más borde que la tiña y no había colacao. Luego me compré un colacao ya envasado y me arrepentí porque llevaba más azúcar.
[…] qué señales más raras me manda mi cuerpo. No puedo parar de orinar. Hoy casi no hice fotos. Intentamos ir al pantano de Mediano pero todas las entradas era sólo para personal autorizado y nos perdimos en medio de la sequía del agua en el antiguo pueblo . La nevera sigue con fugas de agua.
Unas tazas de café nos dijeron que todo iba a salir bien y es verdad que todo fue bien porque estamos aparcados a las 22 al lado de un río y un pueblo (Jánovas) en reconstrucción tras ser abandonado en los 60 por la supuesta creación de un embalse que cayó en saco roto. Ruinas a controla luz, un cementerio casi vacío. En cinco años, han muestro cinco motoristas en esta carretera, tenga cuidado. Un pueblo abandonado a contraluz, desconchones marrón ladrillo pero aaaahhh, azul y frescos en la iglesia. Por favor, no suban al campanario, riesgo de derrumbe. Se ve Venus desde donde hemos cenado gazpacho, queso y almendras y una cerveza y media porque estoy escuchando a mi cuerpo y ya no puedo más.
[…] 19 de Agosto y estamos en Biescas. Sólo en un área recreativa con mesitas de picnic de ésas que tienen banco. Se ve que alguien ha lanzado verduras al campo porque había 1 calabacín y varios pimientos de colores y tamaños diferentes. Hemos cenado ahora en la furgoneta. Acabamos de cenar y de acabarnos el rosado. Blai sacó a lo largo de la tarde el guitalele y hemos cantado juntos Exit Music y juro que ha sido uno de los momentos más bonitos que he vivido en la vida.. He mirado al cielo atravesado por las copas de los abetos, hoy no se verán estrellas, hay fractales allí arriba. Además que ha caído la de Dios y hubo tormenta eléctrica, estamos cubiertos por nubes. Es más, ya estamos dentro de la furgoneta, yo escribiendo a semioscuras.
Casi nos metemos por un camino que pensábamos no era, por la calidad del sueño. Anduvimos unos metros y sólo íbamos en paralelo al río, así que hemos vuelto echando una carrera a la furgoneta porque ha empezado a llover. «No sabía que supieras correr».
Desde la furgo, viendo llover, se nos acercó una semilla volando con una dirección y precisión y siguiendo tal trayectoria que se veía que no era producto del viento. Tampoco era un mosquito portándola. Yo no quería saber qué era, para mí en aquel momento estábamos ante una escena más allá de lo normal, un delirio místico, pero Blai se acercó y resultó que había una telaraña de varios metros de largo entre dos árboles. Igualmente fue precioso, no importa que tenga una explicación.
Como siempre, clica en la imagen y se desplegará una galería. Como siempre, gracias por pasarte por aquí. 🙂
No hay comentarios